Escapada a Quintay: a minutos de Valparaíso y Casablanca

 

Es tiempo de descubrir nuestra región y los lugares bellos que se esconden en ella. Si una lección sacaremos de la cuarentena es haber aprendido a convivir con nosotros mismos, descubrir los lugares que habitamos y su entorno cercano.

Casablanca

Quintay forma parte de la comuna de Casablanca. Fundada el 23 de octubre de 1753, la ciudad de Casablanca se ubica a 68 kilómetros de Santiago, al norte limita con Quilpué y Valparaíso, al suroeste con la Región Metropolitana y al oeste con Algarrobo y el océano Pacífico.

La comuna de Casablanca se caracteriza por una rica producción de vinos, gracias al microclima que hay en el valle. Tanto es así, que hace unos años fue declarada como una de las capitales del vino junto a Bilbao – Rioja, Burdeos, Ciudad del Cabo, Florencia y Mendoza entre otras más.

Quintay

Quintay se ubica en la comuna de Casablanca, a 120 kilómetros de Santiago y a sólo 3 kilómetros de Valparaíso. Su población apenas supera las mil personas y se dedican principalmente a la pesca artesanal. Entre 1940 y 1960 aquí se ubicó la ballenera más grande de Chile.

Los barrios que conforman Quintay son La Caleta, el Pueblo, Playa Grande, Playa Chiquita y el Condominio Santa Augusta.

De una geografía abrupta junto al mar, Quintay es un lugar muy bello, donde los habitantes se adaptaron al territorio, instalando la caleta en el sector bajo y el pueblo en la parte alta. Es una localidad con mucha historia, bellos paseos y una rica gastronomía en base a productos frescos de la zona, entre los que destacan los locos y las jaibas.

Escapada a Quintay

En nuestro paseo por Quintay llegamos en vehículo hasta la parte baja de la caleta y recorrimos a pie una bella costanera. Luego almorzamos en el Restaurante Miramar, justo sobre una pequeña playa donde descansan los botes de los pescadores. Desde la terraza teníamos una vista increíble al mar y las casas de colores junto a la bahía. Otra excelente opción es el Restaurante Pescadores.

Playa Grande

Luego del almuerzo nos dirigimos hasta la Playa Grande, donde disfrutamos de un agradable paseo por la arena en la más absoluta soledad y tranquilidad.

Una hermosa cabaña en la Caleta de Quintay

Otra excelente opción es alojar en la misma Caleta de Quintay, algo que me tincó mucho desde que fui a almorzar ahí por primera vez. Por eso, apenas pasamos a Fase 3, busqué un alojamiento por Airbnb que resultó 100% de mi gusto, ya que se ubicaba justo sobre los botes de los pescadores y con una hermosa vista a la bahía. Mírala aquí.

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