Abogados de la Fundación de Asistencia Legal del Colegio Médico de Chile expusieron a los funcionarios del centro porteño diversos aspectos jurídicos sobre la problemática.
En el último tiempo se han hecho más frecuente los casos de agresiones de pacientes y usuarios al personal de salud, por tal motivo, el Hospital Carlos van Buren y el Colegio Médico, sede Valparaíso, a través de la Fundación de Asistencia Legal del Colegio Médico (FALMED), realizaron una actividad formativa para entregar conocimientos a los funcionarios de nosocomio porteño, tanto para evitar las situaciones de violencia, como para, una vez producida, saber cómo manejarla.
El subdirector de Gestión Asistencial del Hospital Carlos van Buren, Dr. Simón Rojas, comentó que “fue una actividad muy satisfactoria, este es un trabajo conjunto entre la Subdirección Médica y el equipo del Colegio Médico y FALMED, para tener este curso de manejo de situaciones de agresiones y maltrato de los pacientes hacia los funcionarios. Es muy importante conocer la normativa, conocer las formas que tenemos de cómo actuar ante esta situación, tanto los equipos médicos, profesionales, técnicos, administrativos y auxiliares, la invitación es a conocer dichas herramientas, trabajar, denunciar y no tolerar las situaciones de maltrato hacia los funcionarios”.
Por su parte, el presidente regional del Colegio Médico, Dr. Ignacio de la Torre, destacó la necesidad de contar con herramientas para abordar las situaciones de agresiones, el especialista expresó que “para nosotros como Colegio Médico y especialmente, a través del área de Educación de la Fundación de Asistencia Legal, se hace más que necesario realizar estas actividades formativas y en este caso, sobre el tema de las agresiones al personal de salud, debido que están más frecuentes y es importante que nuestros colegas y todo el equipo de salud sepa, primero, cómo prevenirlas y para eso es necesario trabajar en conjunto con las autoridades asistenciales, para tener espacios de atención más seguro, donde se pueda entregar la información a los familiares y a los pacientes, de manera oportuna y con la calidad que corresponde y, en segundo lugar, para que una vez que se produce la agresión, sepan cuales son las redes de apoyo que se pueden activar, tanto del punto de vista penal y legal, como del punto de vista emocional, afectivo y laboral”.