Alejandro Zuleta Marín asumió como director regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) en Valparaíso en septiembre de 2023, con el desafío de fortalecer la gestión en una zona altamente vulnerable a los incendios. Sin embargo, su entusiasmo pronto se transformó en decepción al constatar diversas irregularidades dentro de la institución.
«Me di cuenta de que la cara fea eran las personas que conformaban la institución. Empecé a hablar con los encargados, los invité a ser parte de un mejor proyecto, pero no había voluntad», comentó en una entrevista con Radio Biobío, a un año exacto de los incendios que arrasaron miles de viviendas y cobraron la vida de aproximadamente 136 personas.
Zuleta aseguró que, a pocos días de asumir el cargo, notó la necesidad de realizar cambios importantes, por lo que se lo planteó al entonces director nacional, Christian Little. En un principio, Little aceptó la propuesta, pero finalmente desistió. Fue entonces cuando Zuleta decidió renunciar.
«Si Little hubiese aceptado que cambiáramos a las personas que teníamos que cambiar, lo más probable es que esto no habría sucedido», afirmó el ingeniero agrónomo, quien se mantuvo en el cargo apenas tres meses.
Uno de los primeros problemas que detectó fueron las condiciones precarias en las que trabajaban los brigadistas del Departamento de Fuego: mujeres obligadas a usar pañales por la ausencia de baños, una alimentación basada en fideos y arroz, y brigadistas que debían cocinarse ellos mismos ante la falta de una manipuladora de alimentos.
«Entonces vamos sumando y sumando. Con esta forma de tratar a los brigadistas, que son quienes están en contacto directo con el fuego, lo más probable es que, si hay una guerra, la vamos a perder», sostuvo en la entrevista.
Para el exdirector regional, Conaf estaba tan arraigada en una «estructura de hacer mal las cosas» que la situación terminó por asustarlo. «Me hacían firmar documentos a última hora de la tarde. Llegaba la persona encargada de las finanzas de Conaf Valparaíso y me pedía firmar documentos sin ningún respaldo, por cifras de 60 millones de pesos o más», declaró.
Según Zuleta, este mal funcionamiento fue una de las razones que propiciaron las condiciones para que el incendio ocurrido el 2 de febrero en la Quinta Región se propagara.
«Conaf es la principal responsable de esta cuestión. Nadie ha pedido perdón por lo que ocurrió. Sabíamos que esto iba a pasar», relató.
Ante la pregunta “¿Qué fue lo que falló?”, su respuesta fue clara:
«Falló todo. Siempre pensaron que el incendio iba a ser pequeño, pequeño, pequeño, hasta que se convirtió en un incendio gigantesco. La diferencia entre un incendio pequeño y uno de gran magnitud es muy sutil. No se lo tomaron en serio, porque el departamento de control de incendios forestales nunca se tomó en serio el fuego. Obviamente, el problema principal es de quien genera el fuego, pero también de quien debe controlarlo”.
Para el exdirector regional, quienes hoy están en la cárcel son el «eslabón más débil», porque «los que están por encima de ellos todavía siguen en la institución. Las mismas personas que quemaron Valparaíso el año pasado hoy están tomando decisiones».
Sobre la lentitud en la investigación, Zuleta asegura que «a un año de los hechos, los verdaderos responsables aún no han sido identificados».
«Las autoridades ministeriales e institucionales no han tenido la voluntad de investigar. La Contraloría ya terminó su trabajo, los diputados ya hicieron su parte. Ahora falta el Ministerio Público», añadió.
El exdirector regional concluyó afirmando que «Conaf no está preparada para controlar los incendios forestales. Las personas a cargo no tienen la formación mínima necesaria para enfrentar una emergencia de esta envergadura”.