La muerte de un bebé prematuro de 28 semanas ha generado fuertes críticas hacia el hospital de Quilpué, donde la madre del recién nacido estaba internada por un cuadro de hipertensión en estudio. A pesar de que se decidió su traslado al Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, el lactante no logró sobrevivir.
A raíz de lo anterior, el diputado Andrés Celis calificó la situación como inaceptable, destacando que la falta de anestesistas en el recinto de Quilpué ha llevado a la suspensión de cirugías selectivas y al traslado de pacientes críticos a otros hospitales. “Es inconcebible que el hospital no cuente con el personal necesario para enfrentar emergencias obstétricas. Este fin de semana, la falta de anestesistas provocó traslados de pacientes en condiciones críticas, arriesgando sus vidas por una negligencia evidente”, afirmó el parlamentario en La Estrella de Valparaíso.
En respuesta a esta situación, Celis anunció que oficiará al Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota (SSVQ) para exigir explicaciones inmediatas y un plan de acción que solucione esta crisis. “No basta con explicaciones superficiales. Exijo que la SSVQ y el Ministerio de Salud implementen medidas drásticas para corregir esta atención de especialistas y brindar atención segura. Las vidas no pueden depender de traslados de emergencia por falta de personal”, señaló. Asimismo, solicitó la realización de un sumario administrativo para investigar las responsabilidades detrás de este caso y evaluar la gestión del hospital.
Por su parte, el Hospital de Quilpué emitió un comunicado explicando los detalles del proceso de atención. Según el documento, la paciente, una primigesta de 26 semanas de embarazo, ingresó al recinto el pasado 13 de noviembre debido a un cuadro de hipertensión en estudio. Durante su hospitalización, fue sometida a controles médicos y exámenes constantes, manteniéndose estable junto con su bebé hasta la madrugada del 17 de noviembre, cuando se presentaron signos de una complicación obstétrica grave.
El hospital señaló que, conforme al protocolo, se realizó un traslado inmediato al Hospital Gustavo Fricke, el cual se concretó a las 4:00 de la madrugada mediante una ambulancia con acompañamiento de personal especializado. Al llegar al recinto de Viña del Mar, la madre fue sometida a una cesárea de urgencia, pero debido a la gravedad del cuadro ya la condición de prematuro extremo, el recién nacido falleció tras 30 minutos de reanimación.
Finalmente, el comunicado detalla que se brindó apoyo psicosocial a la madre a través del programa Ley Dominga, mientras permanece hospitalizada en la unidad de paciente crítico adulto del Hospital de Quilpué. La situación ha reavivado el debate sobre la falta de especialistas en los hospitales de la región y la necesidad de medidas urgentes para evitar futuras tragedias.