“El gran sismo podría ocurrir ahora o hasta 20 años después”, sostuvo Luis Donoso, académico de Geofísica Aplicada de la Universidad del Desarrollo.
Un fuertes sismo se registró en la región de Atacama durante la noche del martes pasado, alcanzando una magnitud de 5.8 y logró alertar a la población, debido a que esto se suma a una seguidilla de temblores en el Norte Chico.
Tras la situación, Luis Donoso, académico de Geofísica Aplicada de la Universidad del Desarrollo, indicó en 24 Horas que, “en particular, en la zona de Atacama hay bastante inquietud y nerviosismo, porque si bien es cierto que el último gran sismo en el 1922, es una zona bastante especial, bastante heterogénea y es bastante noble, porque la historia muestra que avisa con muchos años de anticipación cuando va a ocurrir el gran sismo”, señaló en primera instancia.
“En el caso del sismo de 1922, la secuencia parte no unas semanas antes, si unos días antes, sino que en septiembre de 1909 con un 7.6, después en 1918 con un 7.8, después tenemos la secuencia del 7 de noviembre de 1922 con un 7.0 y tenemos el sismo del 10 de noviembre con un 8.6”, agregó.
De este modo, mencionó que “lo primero que hay que resaltar es que todos estos sismos magnitud 5.8 – 6.0, si bien es cierto son incómodos, generan molestia, sobre todo en una noche de verano, no representan más que la actividad normal y esperable de en una zona de subducción”.
“El gran sismo podría ocurrir mientras dure esta conversación o hasta 20 años después”, cerró
Finalmente, Donoso, explicó que, aunque no se conoce la ubicación exacta de donde podría ocurrir un sismo, el país podría enfrentar un movimiento telúrico ya que en “la zona de subducción, la zona de contacto entra la placa de Nazca y la placa Sudamericana, hay una zona que no se ha roto desde noviembre de 1922”.