En primavera y verano, aumenta la presencia de los murciélagos, especies que forman parte de la fauna silvestre y que están protegidas por la Ley de Caza debido a su importancia en la actividad silvoagropecuaria y el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas. Su papel como controladores biológicos de plagas es fundamental, ya que se alimentan de polillas y mosquitos.
En Chile, existen 16 especies de murciélagos, de las cuales 14 se alimentan de insectos y una de néctar. La mayor diversidad de especies se encuentra en el norte del país.
Respecto a la rabia, según datos del Instituto de Salud Pública, en 2022 se confirmaron 121 muestras positivas de murciélagos con esta enfermedad. La especie Tadarida brasiliensis fue la más afectada, representando el 91,7% de los casos positivos, concentrándose principalmente en la Región Metropolitana, Valparaíso y Biobío.
En conversación con Alerta Noticias, la Seremi de Salud de Valparaíso, Lorena Cofré Aravena, entregó diversas recomendaciones para actuar con precaución al encontrar o manipular un murciélago herido:
“Es importante recogerlo con precaución, sin tomarlo con la mano descubierta. Se recomienda colocar una caja sobre el murciélago y, con la ayuda de un pedazo de cartón, empujarlo dentro de la caja y sellarla. Luego, se debe informar a la Autoridad Sanitaria lo antes posible para enviarlo al laboratorio de diagnóstico de rabia del ISP y descartar la presencia del virus en un breve plazo”.
¿Cómo convivir de manera segura con colonias de murciélagos?
“Estos animales conviven con nosotros en las ciudades porque han perdido su hábitat natural. Mientras no haya contacto directo con ellos o sus excreciones, no representan un riesgo directo para las personas. Sin embargo, la principal especie presente en Chile habita en zonas urbanas, como entretechos o edificios abandonados. En estos casos, los animales domésticos, especialmente los gatos por su instinto cazador pueden estar en riesgo si atrapan murciélagos enfermos y se contagian, lo que podría afectar a sus dueños. Por ello, es fundamental vacunar anualmente a perros y gatos contra la rabia.”
Además, Viviana Valenzuela Norambuena, encargada de la Oficina de Tenencia Responsable de la Ilustre Municipalidad de Villa Alemana, aclaró la probabilidad de transmisión de la rabia desde los murciélagos hacia los seres humanos:
“Desde el punto de vista epidemiológico, en Chile la rabia se clasifica como una enzootia, es decir, una enfermedad que afecta a una o más especies animales en un territorio determinado debido a causas locales. La normativa exige informar de estos casos a las autoridades competentes.
Algunas especies actúan como reservorios del virus de la rabia y pueden transmitirlo a otros animales y a las personas. El virus se propaga a través de la saliva del animal infectado, mediante rasguños, lameduras o mordeduras.
La prevención es clave. Desde 2010, Chile se declaró libre de rabia producida por el virus rábico de variedad canina V1 y V2, las más peligrosas, gracias a los sistemas de vigilancia y control implementados en el país”.
