Después de semanas de tensiones y declaraciones cruzadas entre representantes del gobierno y la oposición, la Comisión de Trabajo del Senado alcanzó este miércoles un acuerdo para despachar la reforma de pensiones antes de que finalice enero de 2025.
Aunque el Ejecutivo esperaba que la votación del proyecto se realizara lo antes posible, el oficialismo finalmente aceptó la propuesta de la oposición: discutir la reforma en su totalidad, alcanzar un acuerdo general y luego proceder a la votación tanto en general como en particular.
El diputado Jorge Brito valoró el avance: «Valoramos con tanto ahínco que de una vez por todas los senadores se pongan a trabajar y puedan acceder a la votación en general de la reforma de pensiones y luego ir artículo por artículo. Queremos defender la libertad de elección, que sean todos los trabajadores que puedan elegir si mantienen sus dineros en las AFP, en un ente privado sin fines de lucro como puede ser una cooperativa o en un ente público sin fines de lucro como propuso en su momento la expresidenta Bachelet. Instamos a que logremos una reforma de pensiones que mejore las pensiones ahora, no en 40 o 60 años más».
El acuerdo se formalizó a través de un protocolo que establece que «el proyecto continuará su tramitación en la mencionada comisión mediante votaciones ad-referéndum, lo que resultará en un texto completo y coherente, que será sometido a votación en general y particular al final del proceso».
Asimismo, se determinó que el Senado deberá despachar el proyecto a más tardar en enero de 2025, antes del receso legislativo. El presidente de la Comisión de Trabajo, el senador Juan Antonio Coloma (UDI), solicitó la aprobación del protocolo durante la sesión de Sala convocada este miércoles por la tarde, donde fue aprobado con 32 votos a favor y dos abstenciones.
El diputado Luis Cuello también se pronunció al respecto: «Creo que el acuerdo logrado por la Ministra Jara es alentador, en el sentido que se alcanza un grado de certeza sobre el tiempo para despachar la Reforma. La oposición no puede eternamente impedir el aumento de las pensiones, por eso está obligada a dar alguna señal de flexibilidad». Sin embargo, expresó su preocupación por «la influencia ilegítima de la Asociación de AFP en este debate», esperando que el Ministerio de Economía acoja la solicitud de cancelar la personalidad jurídica de dicho gremio.
El acuerdo recibió el respaldo tanto de senadores del oficialismo como de la oposición, especialmente porque el procedimiento ad-referéndum exige llegar a acuerdos progresivos en las indicaciones para consolidar el contenido de la reforma.
La ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, celebró la fijación de una fecha límite para despachar el proyecto, destacando que la reforma lleva cinco meses en la Comisión de Trabajo.
«Después de veinte meses de tramitación, valoramos que finalmente haya una fecha para que el Senado despache el proyecto. El Ejecutivo ha insistido en repetidas ocasiones en que se vote esta iniciativa, y aunque han surgido obstáculos, hoy se ha demostrado una voluntad de acordar una metodología para revisar los contenidos y de votar el proyecto, con la certeza de que será despachado antes de enero del próximo año», señaló Jara.
La ministra reconoció que para algunos, especialmente los pensionados que han esperado durante años, el plazo puede parecer extenso, pero subrayó que tener una fecha establecida brinda esperanza.