Caos, delincuencia e insalubridad desatan alarma vecinal en zonas cercanas a hospitales de Valparaíso y Viña del Mar

Vecinos de la subida Los Loros y calle Álvarez denuncian abandono de las autoridades ante una crisis que afecta su seguridad, calidad de vida y salud pública.

El creciente deterioro en la seguridad, el orden público y la higiene en sectores aledaños al Hospital Carlos Van Buren en Valparaíso y al Hospital Gustavo Fricke en Viña del Mar ha encendido las alarmas de los vecinos, quienes denuncian vivir en un ambiente insostenible debido al abandono de las autoridades locales.

En Valparaíso, los residentes de la subida Los Loros llevan tres meses lidiando con el asentamiento de un grupo de personas en situación de calle que ha transformado la zona en un foco de inseguridad y riesgo sanitario. «Primero eran tres, ahora son aproximadamente nueve. Están armados con cuchillos que exhiben a plena luz del día, consumen pasta base, abren autos y obstruyen el tránsito», relató un vecino que prefirió mantener el anonimato por temor a represalias.

Además de los hechos delictivos, los vecinos enfrentan graves problemas de higiene por la acumulación de basura y la realización de necesidades fisiológicas en la vía pública. «Hay una plaga de ratas, y la insalubridad afecta a todos los que vivimos aquí. Hemos llamado a Carabineros muchas veces, pero las respuestas son insuficientes», agregó otro residente. Según los afectados, la situación se agravó con la entrega de alimentos por parte de la Ruta Social en el hospital cercano, lo que habría incrementado la presencia de personas en situación de calle.

Por su parte, en Viña del Mar, la situación no es menos crítica. La calle Álvarez, en las inmediaciones del Hospital Gustavo Fricke, se ha transformado en un caótico espacio dominado por el comercio ambulante. Lucrecia Carrasco, dirigente vecinal, describió cómo este fenómeno ha deteriorado tanto la calidad de vida de los residentes como la plusvalía de los edificios. «El problema del comercio ambulante ha traído asaltos, robos, acumulación de basura y contaminación acústica. El sector se ha vuelto intransitable, especialmente en horarios de menor circulación», señaló.

Carrasco agregó que los vehículos de los comerciantes estacionados en la vía pública, algunos con neumáticos desinflados por meses, agravan el problema. “Hoy en la tarde, cuando ya no funcionan los centros asistenciales y hay poca circulación de peatones, hay lugares llenos de basura donde apenas queda un metro para que pase una silla de ruedas”, denunció. Además, destacó que la situación se ve agravada por carreras de autos y motos que tienen lugar por las noches, sumando más ruido y peligro a la zona.

Ambos sectores comparten un sentimiento de abandono. Los vecinos de la subida Los Loros aseguran que Carabineros no ha tomado soluciones efectivas, mientras que los residentes de la calle Álvarez critican la falta de medidas de acción de la municipalidad de Viña del Mar. “Nadie nos escucha. Hemos enviado fotos, videos y testimonios, pero seguimos sin respuestas. No podemos seguir viviendo así”, reclamó Carrasco.

El llamado de los vecinos es claro y urgente: exigen a las autoridades municipales y regionales implementar medidas concretas para garantizar la seguridad, la limpieza y el orden en estas zonas críticas.

Por el momento, las autoridades locales no han emitido declaraciones oficiales al respecto, mientras los vecinos continúan alzando la voz con la esperanza de una solución que ponga fin a esta crisis.

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